lunes, 8 de julio de 2013

Koh Panghan-Ayutthaya

En el último momento hubo un cambio de planes que nos hizo subir para el norte, esos momentos de repentina lucidez que te hacen cambiar de planes en el mismo momento de embarcar, pero que sin darte cuenta te hacen cambiar de destino.
Nos esperaban doce horas de viaje y de nuevo regresábamos a Bangkok para llegar a la antigua capital de Siam, sin darnos cuenta habíamos cruzado media Tailandia y nos disponíamos a llegar a Chiang Mai en dos días, primero había que visitar los Wat, templos de la ciudad de Ayutthaya, nada más llegar alquilamos unas bicicletas, el clima era húmedo y muy caluroso, lo que hacía que dar pedales fuera todo un reto, pero al final disfrutamos de nuestro paseo por toda la isla de Ayutthaya rodeada de múltiples canales, todo el día en la calle, comiendo debajo de un monzón impresionante, yendo al mercado flotante o terminando entre los templos iluminados.
Una nueva ducha después de estar sudados todo el día y una cena en una mesa de los múltiples puestos callejeros, terminando el día al lado de nuestra guesthouse, que celebraba su vigésimo séptimo aniversario, y música en vivo, una agradable velada hasta las 23.30, yéndonos a dormir después de más de treinta y dos horas de vigilia.

A la mañana siguiente ya estábamos en pie a las 7.30 y a las 8.10 ya encima de las bicicletas para visitar el barrio portugués y algún Wat más, más de dos horas con un desayuno intermedio y a devolver las bicicletas antes de preparar el viaje a Chiang Mai.
Llegar a la estación norte de Ayutthaya fue una odisea, desde la estación central a las taquillas tres medios de transporte: autobús, moto de tres, moto de paquete y finalmente en tuc-tuc, con negociaciones de precios entre medias, toda una aventura.


Después de comer y dar una vuelta por el mercado callejero de Ayutthaya, la negociación con el conductor del tuc-tuc y la espera del autobús hacia la ciudad de Chiang Mai, es donde conocimos a una pareja de alemanes que iban a viajar ocho meses por el mundo, ya llevaban seis meses y les quedaban otros dos meses y medio para concluir su viaje fin de carrera, y sin más, nos subimos al autobús que nos dejaría de madrugada en la ciudad de Chiang Mai después de nueve o diez horas de viaje.

No hay comentarios:

Publicar un comentario